¿No Has Tenido Bebé? Tal Vez No Se Lo Has Pedido A Ixchel
En la mitología maya, Ixchel es la diosa de la luna, la fertilidad y las aguas sagradas. Ella no solo es la protectora de las mujeres, las parturientas y las parteras, sino que también es la diosa de los nuevos comienzos y la madre cósmica. Si estás buscando concebir o simplemente deseas alinear tu energía con la sabiduría de la naturaleza, el ritual de conexión con Ixchel es perfecto para ti.
Este ritual es un viaje profundo hacia la conexión con la luna, la fertilidad y la sabiduría femenina. A través de la visualización, los elementos sagrados y el poder de la luna llena, podrás canalizar la energía de la diosa Ixchel para nutrir tu cuerpo y alma, y abrirte a la posibilidad de concebir.
Elementos Necesarios:
Para este ritual, necesitarás algunos elementos específicos para crear un ambiente adecuado y conectar con la energía de la diosa de la luna. Cada uno de estos elementos tiene un propósito simbólico:
- Vela blanca o plateada: Representa la luz de la luna y la pureza de la vida que deseas traer al mundo. La luz de la vela simboliza la energía lunar de Ixchel.
- Cuarzo lunar o selenita: Estas piedras están directamente conectadas con la luna y amplifican la energía femenina y la fertilidad. Coloca una cerca de ti durante el ritual para fortalecer tu conexión con Ixchel.
- Agua en un recipiente: El agua es el elemento de Ixchel. Es símbolo de la fertilidad y la creación. Usa un recipiente limpio, preferentemente de cristal.
- Incienso de lavanda o copal: Estos aromas purifican el espacio y te ayudan a entrar en un estado meditativo y receptivo.
- Una flor de loto o pétalos de flores: El loto simboliza la pureza, el renacimiento y la creatividad. Puedes usarlos para adornar tu altar o el espacio ritual.
Paso 1: Preparación del Espacio Sagrado
Busca un lugar tranquilo y limpio para realizar el ritual. Idealmente, hazlo al aire libre para que puedas conectarte con la luna llena, pero si no es posible, prepara un pequeño altar en tu casa. La clave es crear un espacio donde te sientas tranquila y centrada, libre de distracciones.
Coloca los elementos de manera ordenada sobre una mesa o superficie limpia. Si estás dentro de la casa, enciende una vela blanca o plateada y pon incienso de lavanda o copal. En este momento, ya estás creando un campo energético propicio para la conexión con la diosa Ixchel.
Paso 2: Conectando con la Energía de Ixchel
Antes de comenzar el ritual, es fundamental calmar tu mente. Siéntate cómodamente y cierra los ojos. Respira profundamente varias veces. Cada vez que inhales, siente cómo te llenas de energía pura y tranquila. Con cada exhalación, deja ir cualquier tensión o preocupación.
Ahora, visualiza una luz suave, plateada y brillante, similar a la luz de la luna llena, envolviendo todo tu ser. Esta luz proviene de Ixchel, la diosa de la luna y la fertilidad. Imagina que esta luz te rodea, tocando suavemente tu cuerpo y tu corazón, llenándote de calma y poder.
Siente cómo esta energía lunar fluye por todo tu cuerpo, especialmente por tu abdomen, el centro de la creación de vida. Imagina que Ixchel está contigo, dándote su bendición para concebir. Pide a la diosa que te ayude a abrirte a la fertilidad y la posibilidad de crear una nueva vida.
Paso 3: Apertura de Intención para la Fertilidad
Una vez que hayas establecido esta conexión inicial, es momento de poner tu intención en palabras. Toma el cuarzo lunar o la selenita y sosténlo en tus manos. Con cada respiración, siente cómo su energía te impregna. Mientras sostienes la piedra, di en voz alta o en tu mente lo siguiente:
«Ixchel, diosa de la luna y la fertilidad, te invoco en este momento. Abre mi cuerpo, mi corazón y mi alma a la posibilidad de la creación. Guíame con tu sabiduría para concebir una nueva vida. Que tu luz me rodee y me acompañe en este viaje.»
Siente cómo las palabras toman fuerza, cómo tu energía se alinea con la de Ixchel. Mantén la intención centrada en la fertilidad, el amor y la creación.
Paso 4: Visualización Profunda de Ixchel y la Fertilidad
Cierra los ojos nuevamente y visualiza a Ixchel frente a ti, bañada en la luz de la luna llena. Imagina su rostro sereno y su presencia poderosa. Ella te mira con una mirada llena de compasión y fuerza. Visualiza cómo su luz plateada comienza a envolver tu cuerpo, especialmente tu vientre.
Mientras visualizas a Ixchel, imagina que una semilla de luz crece en tu interior, representando la nueva vida que está por venir. Esta semilla está alimentada por la luz lunar de Ixchel, que la nutre y la fortalece. Siente cómo el proceso de creación se inicia en tu cuerpo, guiado por la diosa.
A medida que la imagen se desarrolla en tu mente, permite que cualquier emoción que surja durante esta visualización se libere. Con cada respiración, siente cómo te conectas más y más con la energía femenina de Ixchel y con los ciclos naturales de la vida.
Paso 5: Bendición del Agua Lunar
Ahora toma el recipiente con agua y sosténlo bajo la luz de la luna llena, permitiendo que la energía lunar lo bañe. Siente cómo la energía de Ixchel fluye hacia el agua, imbuyéndola de fertilidad, sanación y bendición. Mientras sostienes el agua, repite en voz alta:
«Ixchel, diosa de la luna y las aguas sagradas, te pido que bendigas este agua con tu luz sanadora. Que esta agua me ayude a nutrir y preparar mi cuerpo para la creación. Que se convierta en un símbolo de la fertilidad, la salud y la armonía.»
Deja el agua al aire libre durante la noche para que absorba toda la energía de la luna. Si es posible, colócala cerca de tu altar o donde puedas verla reflejada por la luz lunar.
Paso 6: Agradecimiento y Cierre del Ritual
Al final del ritual, agradece profundamente a Ixchel por su presencia, guía y bendiciones. Siéntete llena de gratitud por el proceso que has iniciado y por el apoyo divino que estás recibiendo. Puedes decir algo como:
Apaga la vela con respeto, simbolizando el cierre del ritual, y coloca el cuarzo cerca de tu cama o en un lugar donde te sientas conectada con su energía. Guarda el agua lunar en un recipiente limpio y utilízala al día siguiente para bañarte las manos, rostro o para hacer una limpieza energética.